Entrevista con Sylvain Vacaresse*.
ELT: Con tantas opciones en internet de todo tipo en el área de conocimiento, ¿por qué se requiere todavía de la asesoría de profesionales -diseñadores instruccionales- para crear los cursos?
SV: El diseño instruccional marca la diferencia entre información y formación. Se utiliza para que el aprendizaje sea más efectivo; aprender con libros o videos es accesible solo para algunas personas autodidactas. El autoaprendizaje puro es una posibilidad al alcance de muy pocos, cual sea su edad o su nivel de preparación. Por ejemplo, se nota en la tasa de abandono en los MOOC, o cuando se coloca un módulo de capacitación en línea, sin organizar un dispositivo específico: llegando a ser hasta un 70% de abandono.
ELT: Entonces, ¿Cómo podemos reducir esa tasa de deserción? y ¿Cuáles son los medios que se deben combinar para facilitar el aprendizaje?
SV: El entorno educativo ha cambiado mucho con el desarrollo de los medios digitales, pues hacen que las personas puedan adquirir conocimientos en cualquier momento y en cualquier lugar. Las referencias espaciales y temporales están totalmente redefinidas. A los estudiantes y empleados, les resulta cada vez más difícil aceptar el “cara a cara”; es decir, acudir a un lugar específico y en un tiempo definido. Muchos tienen otras actividades: empleo, de ocio, deportivas o familiares. Por lo tanto, a veces, es realmente complicado conciliar todo. Por otro lado, en un mundo en constante evolución, el conocimiento adquirido en la escuela o en la universidad, tiene que actualizarse. ¿Cómo acceder a la capacitación cuando la necesito? Estas preguntas desafían la organización educativa en torno a las nociones de tiempo y espacio.
ELT: Es ahí donde el diseño instruccional digital provee soluciones.
SV: Así es. La escritura de guiones educativos sirve para orquestar los dispositivos con un sistema de aprendizaje que combina un conjunto de modalidades. En el digital learning, pasamos del monomodal al multimodal. La pregunta es: ¿Cómo hacer un sistema coherente cuando no controlo las cuestiones de espacio y tiempo? En realidad, se está volviendo cada más complicado enseñar en un aula (en escuelas, universidades o empresas). Las personas, cual sea su edad, están en sus computadoras o smartphone mientras se da el curso. ¡Estar en un mismo lugar al mismo tiempo no impide que los alumnos se alejen del curso! Hay que construir un sistema donde el maestro ya no esté en el centro, sino el alumno. Debemos organizar el espacio educativo alrededor del alumno para favorecer su autonomía en el aprendizaje. Las herramientas digitales nos permiten abrir el espacio educativo: recursos que producimos, acceso a otros recursos, tutoría a distancia, tiempos síncronos y tiempos asíncronos, producción colaborativa…
ELT: Una manera de involucrar más al alumno en su aprendizaje, también es de llevarlo a producir recursos.
SV: ¡Exactamente! En internet, las personas escriben tanto como leen. Los periodistas ya no tienen el monopolio del periodismo. El trabajo del diseñador instruccional es organizar un sistema coherente en el cual el alumno pueda estar realmente presente y activo.
ELT: Cada vez es más difícil organizar un sistema eficiente cuando no se sabe cuándo y cómo los usuarios van a venir…
SV: En efecto, hay que definir una estrategia educativa tomando en cuenta ciertas limitaciones. Por ejemplo, si los alumnos pueden hacer preguntas a los tutores en cualquier momento, vía un foro o un email, hay que definir precisamente cuando el tutor tiene que contestar. Para definir la estrategia pedagógica, es importante definir las características de las personas que van a estudiar: ¿Cuál es su nivel de autonomía? ¿Cuál es su grado de motivación? ¿Cuál es su nivel de preparación? Etc… Consideremos lo fácil que es para el alumno en línea cerrar la ventana y navegar en otras páginas de internet. De ahí la necesidad de despertar el interés por el curso en los primeros 90 segundos.
ELT: ¿Cuál es la metodología que recomiendas para producir este sistema?
SV: El proceso de diseño instruccional podría resumirse en tres pasos:
- Definir un enfoque educativo global: ¿Cuáles son los objetivos y cuáles son las modalidades (síncrono, asíncrono, distancia, presencia…)? Atribuir una modalidad a cada unidad de enseñanza. ¿Cómo vamos a individualizar el aprendizaje (por ejemplo: una prueba de posicionamiento antes de empezar)?
- Desglosar en actividades: en esta etapa, hay que hacerse muchas preguntas para escoger las actividades más pertinentes, con un enfoque de alineación pedagógica.
- Producir los recursos: es la fase de diseño detallado. En este paso, se trata de seleccionar las imágenes, escribir las instrucciones, redactar la integralidad del curso…
ELT: ¿Cómo impacta lo digital el trabajo del maestro?
SV: Con la amplitud de modalidades y herramientas que proporciona lo digital, el pedagogo tiene más de dónde escoger y eso implica hacerse más preguntas sobre la eficacia de cada elección. Además, los usuarios (estudiantes o empleados) son más exigentes en cuanto a resultados, forma y contenido. La distancia y la asincronía obligan también a planificar con mayor precisión la integralidad del curso e imaginar todas las posibilidades. Las nuevas tecnologías requieren que los maestros sean mucho más competentes porque el aprendizaje es más valorado. Deben saber por qué están haciendo qué, definir los objetivos y evaluar los resultados.
ELT: A eso, se agrega la dificultad de adquirir conocimientos sobre el manejo de las herramientas digitales…
SV: ¡Sí! La creación de un curso multimodal y multimedia necesita de muchas competencias. Es por eso, que se realiza generalmente con un equipo de profesionales, expertos en e-learning.
*Profesor de universidad, pionero del digital learning en Francia, Responsable del Master “ingeniero en e-formación, Universidad de Rennes1, Presidente de LearningSalad y de SkillBar, propulsor del Bachelor “Digital Learning Designer“.