El e-learning: ¿inherentemente ágil? 

  

En un artículo anterior, mencionamos los dos aspectos principales de un proyecto e-learning: la implementación de tu plataforma LMS para distribuir tus contenidos y la creación de tus contenidos.

Una de las claves para alcanzar el éxito de tus proyectos radica en la manera de administrarlos.

En este artículo, veremos cómo las metodologías ágiles nos ayudan en el manejo de nuestros proyectos e-learning.

Los valores ágiles: ¡Una fuente de inspiración!

Un proyecto e-learning es “genéticamente” versátil, e implica tomar en consideración varios puntos de vista: pedagogía, ergonomía, mediatización, informática, economía, etc. El desarrollo y la implementación de un dispositivo e-learning depende de la convergencia de diferentes intereses en cada etapa del proceso. Por lo que los valores de las metodologías ágiles son de gran ayuda.

En muchos casos, debemos adoptar un cambio de paradigma:

  • los individuos y las interacciones entre ellos son más importantes que los procesos establecidos y las herramientas
  • la operatividad y efectividad de los softwares son más importantes que una documentación exhaustiva
  • el trabajo colaborativo con el cliente prevalece sobre la negociación contractual
  • adaptarse en tiempo real a los imprevistos da mejores resultados que seguir el plan inicial

En el sector del e-learning, este modelo tiene especial relevancia porque, en la mayoría de los casos, el iniciador del proyecto no tiene una visión definitiva del resultado esperado. Entonces, el modelo “ágil” permite definir el producto final mientras se va construyendo.

En E-Learning Touch’, utilizamos las metodologías ágiles para guiarnos, adaptándolas a las especificidades de cada proyecto y a la organización interna de nuestros clientes.

Sazona tu proyecto con un poco de “Scrum”

El proceso Scrum es muy útil para administrar los proyectos complejos, con requisitos cambiantes y cronograma apretado. El modelo se basa en ciclos temporales cortos. En una primera reunión se establecen con el cliente los objetivos, requisitos, lineamientos básicos, así como el plan de iteraciones.

El proyecto se divide en varias etapas cortas que corresponden a una iteración y con su(s) respectivo(s) entregable(s).

Nos inspiramos de los principios del método Scrum para llevar a cabo la implementación de LMS para nuestros clientes. De cada iteración nace una versión funcional del producto que, conforme al avance del proyecto, tiende hacia el resultado final. La entrega de cada versión da lugar a un diálogo fructífero entre el equipo, el cliente y los usuarios. De hecho, nos parece importante incluir en el proceso las fases de retroalimentación lo antes posible, para poder realizar los cambios necesarios a tiempo.

Esta agilidad permite confrontar la idea con la realización, priorizar los objetivos y adaptar la realización “en tiempo real”, lo que contribuye a mejorar la productividad y la calidad.

¿Conoces a SAM?

En cuanto a la realización de módulos de e-learning, nuestra experiencia nos revela tres características comunes a casi todos los proyectos:

  • Una ilusión muy frecuente es creer en la posibilidad de visualizar el producto final desde el inicio del proyecto. Las expectativas están en constante evolución (incluso en las etapas finales).
  • Los clientes necesitan “ver” y mostrar rápidamente un ejemplo concreto de lo que será el producto final.
  • Los presupuestos no son extensibles.

El método tradicional en el que una etapa empieza cuando la anterior está terminada no permite la agilidad que necesitamos para enfrentar los retos planteados por estas características.

Por ejemplo, el modelo “ADDIE” (Analysis, Design, Development, Implementation, Evaluation) no incluye las iteraciones necesarias, aunque se le puede agregar algo de flexibilidad.

De ahí el interés por SAM (Succesive Approximation Model). Al utilizar este modelo, queremos que el proyecto sea:

  • Iterativo: se construye de forma progresiva, cada etapa se basa en la anterior
  • Colaborativo: la organización del proyecto permite tomar en cuenta las retroalimentaciones de los miembros del equipo en todas las etapas
  • Eficiente: el resultado final nunca es perfecto, pero tenemos que ofrecer al usuario la mejor experiencia de aprendizaje posible con las limitaciones existentes
  • Administrable: la gestión de proyecto debe apoyarse en herramientas sencillas y operacionales para que todos las puedan usar.

El esquema general de SAM se presenta como un ciclo de 3 etapas que se repiten en cada iteración: evaluación, concepción y desarrollo.

Concretamente, un proyecto SAM podría presentarse así:

Iteración 1 Evaluación Definir el contexto, las necesidades y los objetivos
Concepción Realizar un borrador con propuestas
Desarrollo Realizar un prototipo para mostrar la dirección general del proyecto
Iteración 2 Evaluación Medir los resultados de la iteración 1, complementar los elementos de contexto si es necesario, priorizar, elegir o descartar las opciones
Concepción Mejorar la primera versión o proponer otras opciones
Desarrollo Realizar un prototipo avanzado para mostrar lo que será el resultado final.
Iteración 3 Acercarse al producto final siguiendo el mismo proceso que en la iteración anterior.
Iteraciones siguientes Hay que tomar en cuenta que el producto final siempre se podría mejorar y no es necesario multiplicar las iteraciones. La evaluación del producto final sirve para mejorar la realización del siguiente proyecto.

En conclusión, ya sea que se trate de implementación de plataforma LMS o de creación de módulos de capacitación, las metodologías ágiles nos ofrecen muchas buenas prácticas para llevar a cabo exitosamente los proyectos e-learning. No obstante, lo más importante es adaptar su metodología a cada proyecto, cliente o entorno particular.

 

Platícanos tus proyectos de e-learning, juntos podremos definir la justa agilidad para garantizar su eficacia.